Las larvas son parásitos energéticos, son fragmentos etéricos y/o astrales, seres elementales, de bajo nivel, se adhieren a nuestra aura, siendo los principales; durante el embarazo, durante la niñez, y en especial cuando nos encontramos con bajas energías, o bajo nivel de vibraciones, o por otras condiciones especiales.
Cuando un centro energético gira más despacio se bloquea y de esta manera ingresan las larvas, la larva astral es un parasito que vive a expensas del organismo que anida, destruyéndolo, creciendo y multiplicándose a su costa, pero siendo incapaz de vivir fuera de ese cuerpo humano. En todos los planos y niveles del Universo existen parásitos de hecho deben de existir debido a la ley de correspondencia la cual nos dice que lo que hay afuera es una proyección de lo que hay adentro por lo tanto es necesario que exista y que se cumpla a todos los niveles.
Las larvas pueden originarse por la energía liberada por las personas desencarnadas, también se forman con la acumulación muy grande de miasma que son fluidos malignos y putrefactos. Un ambiente puede estar muy denso por la acumulación de energías negativas que van formando estos miasmas, desde donde nacen estas larvas espirituales.
Se alimentan de tu energía vital o cuerpo etérico, de nuestros miedos y frustraciones, consumiéndonos poco a poco, manipulando tu mente para que tengas ciertos antojos, vicios o caigas en ciertos traumas como trastornos energéticos o de personalidad, depresiones o crisis en general.
Las larvas astrales tienen la capacidad de intensificar lo que ya este mal, por ejemplo en una casa donde hay muchas peleas, una discusión simple puede transformarse en un ambiente grave y violento.
No solo pueden traer problemas de relación o espirituales sino que también pueden afectar nuestro cuerpo físico, causándonos enfermedades o dolores en oídos, riñones, cuello, ingle, hombros, columna.
Estos parásitos astrales son atraídos por sustancias como: alcohol, azúcar, alimentos grasos y drogas pudiendo producir deseos de consumir dichas sustancias muchas veces difíciles de contralar.
El problema de esto es que estos parásitos mientras más se alimentan más crecen y podrían provocar “situaciones difíciles de romper”.
Todos los seres humanos somos sujetos a anidar en nuestras capas áuricas larvas astrales, por ello la importancia de limpiar nuestro campo electromagnético.
Con la terapia de limpieza con péndulo hebreo quitamos estos parásitos astrales que tantos problemas nos traen en nuestra vida diaria y nos bloquean.
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